Los miles de inmigrantes de la localidad Axochiapán en México; distante
3,500 kilómetros (2,200 millas) y que iniciaron nuevas vidas en Minnesota en
las dos últimas décadas, realizan una gran celebración en el día de San Pablo.
Esta practica los ayuda a mantener sus raíces y a sentirse como en su casa, cerca
de los familiares que dejaron atrás.
“Es más importante todavía porque nos trajeron aquí”, dijo Apolinar Morales,
el mariscal de la celebración de este año, que se fue de Axochiapán en
1989. “Esto hace que no perdamos nuestras tradiciones, que sigan vivas,
por más que estemos lejos. Y queremos que nuestros hijos y nuestros nietos
se acuerden de esto”.
Calcula que más de una tercera parte de los residentes de Axochiapán
emigraron a Estados Unidos, la mayor parte de ellos hace unos 20 años,
cuando comenzó la celebración aquí. El festival es particularmente
importante para quienes no pueden ir a su ciudad natal para los festejos,
que duran un mes, debido a su status inmigratorio.
TAGS: #Sanpablo
Comments